jueves, 7 de febrero de 2013

¿Cómo serán los concursantes de GH 14?

Más de sesenta mil aspirantes a concursante de Gran Hermano 14Siempre nos preguntamos cómo serán los nuevos concursantes cuando está a punto de comenzar una edición de Gran Hermano. El programa es tradicionalmente hermético, como debe ser, aunque este año se aprecia un mutismo aún mayor a este respecto. No tardaremos en conocer algunos detalles del programa y confirmar otros, aunque la mayoría se reservará para la gala del próximo lunes, primera de la temporada.

Son muchas las dudas relativas a todos los aspectos que afectan al programa. En realidad son las dudas de siempre. En los primeros puestos de ese particular ranking estarían las que afectan a la casa, o a las anunciadas novedades en la mecánica de expulsiones e incorporaciones de concursantes. Aunque son estos, precisamente, quienes más expectación despiertan.

Otros años a estas alturas estamos manejando conjeturas, rumores o simples invenciones sobre los perfiles de los nuevos concursantes, esos con quienes conviviremos muchas horas durante las próximas semanas, o incluso meses. Sin embargo, en esta ocasión nos encontramos con una sequía de especulaciones auténticamente pertinaz (no poner pertinazcerca de sequía parece casi un sacrilegio).

Nunca me han gustado mucho esas conjeturas de las que hablo. Por un lado porque he descubierto más de una vez que respondían tan solo a la calenturienta imaginación de alguien. Y cuando se trataba de informaciones de buena fuente me pareció que de alguna manera estaban descubriéndome el pastel antes de tiempo.

¿Quién no recuerda la lista tantas veces coincidente de perfiles entre los cuales siempre había una embarazada y alguien que había salido recientemente de un complicado proceso de desintoxicación? Por no hablar de los gemelos o gemelas, que al final tuvimos en la octava edición. Tampoco eran tan raros los otros perfiles. Es más, estuvo a punto de ser ( Cristal, de GH 6, abortó poco antes de entrar en la casa) o incluso fue (desintoxicados anónimos, sociedad limitada). 

El año que más cerca estuvieron las quinielas fue en las previas a la décima edición. Dijeron que habría una china, una señora mayor o una brasileña (que era más bien dominico-haitiana), y acertaron. Ahora estamos a cinco días del estreno y todavía nadie ha dicho nada. ¡Será posible!

A los castings se han presentado casi sesenta mil aspirantes, si no recuerdo mal. Mira la foto de ahí arriba y piensa que alguno de ellos puede haber sido finalmente elegido (ya sé que no son candidatos a grandes hermanos, sino yanquis asistiendo a la toma de posesión de Obama, se va a la legua por las pintas). ¿Cómo serán? ¿Nos terminará enamorando alguno? ¿Cuántos muñequitos de pimpampum dejarán en nuestras manos? ¿Conseguirán que trasnochemos tanto esta vez?

El cortafuegos informativo del programa está funcionando mejor que nunca, lo cual celebro. También parece estar siendo efectiva la seria advertencia a los concursantes de que cualquier filtración acabaría en un soplo (nunca mejor dicho) con sus aspiraciones de convertirse en los grandes protagonistas de la cosa. A pesar de lo cual, hay quien está confiando en su círculo más íntimo de amigos en las redes sociales. Por no hablar de algún alma de cántaro que se ha dirigido a este gato en las últimas semanas para darme la buena nueva.

Y aquí me tiene el lector, en la disyuntiva sobre confiar y revelar lo que me van contando o desconfiar y apiadarme de estas criaturas. La solución salomónica tal vez pase por dar alguna pista muy somera sobre concursantes que según todos los indicios tienen bastante seguridad de estar entre los primeros que entren en la casa el lunes. Parece ser que a finales de la semana pasada más de uno esperaba la llamada de confirmación definitiva. O sea, apuran los tiempos una barbaridad.

Tal vez el lunes veamos entrar a una chica con nombre de flor. Otra quizá tenga una hermana que ha podido conocer recientemente este loco mundo de la televisión. Puede que haya un tipo con profesión... digamos singular. Es posible que haya una chica muy jovenprocedente del norte de España. Hay bastantes posibilidades de que algún concursante no tenga la nacionalidad española. Y, para terminar, casi seguro que entra un canario (¿cómo no?).

La última pista es real, aunque es ir a lo fácil. Por otro lado, si la concursante embarazada se ha convertido ya en un clásico de las elucubraciones previas al estreno, parece que este año gana por goleada lo de ver una monja en la casa de Guadalix de la Sierra. Lejos quedan aquellos tiempos en que siempre se decía que entraría un topo. Luego estaba uno venga a buscar al topo, a ver si lo identificaba. Y alguna vez hasta lo tuvimos claro.

Tampoco importan mucho los datos personales concretos de posibles concursantes. Lo que gusta es saber que en general serán perfiles bastante normales, muy al estilo de los que protagonizaron la última edición. Me alegraré de que así sea. Este gato veterano ha llegado a la conclusión de que eso es lo que mejor funciona. Otra cosa es que entre la normalidad haya alguna peculiaridad más o menos llamativa, lo cual puede hacer enganchar desde el principio alos menos fieles al programa.

Y seguimos hoy dando los premios a la memoria viva de Gran Hermano. Toca la categoría de mejor dirección artística.

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